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Hermano Yates, la amenaza de los colombianos en el Giro y Tour

Foto: kristo Framon

Simon y Adam buscan que su apellido, Yates, se convierta en una leyenda en el ciclismo. Con sus pedalazos quieren que sus nombres suenen más duro y, para ello, este 2019 será clave para los gemelos británicos, que, a sus 26 años, esperan cumplir el sueño de ganar grandes carreras.

Los objetivos de ambos están señalados desde el 2018. Simon irá a cobrar una cuenta pendiente en el Giro de Italia, mientras que Adam liderará a su equipo, el Mitchelton-Scott, en el Tour de Francia.

Y, a la par, pues tendrán que vérselas con los ciclistas colombianos que los ven como uno de los contrincantes más fuertes.

Egan Bernal (Sky) y Miguel Ángel López (Astana) tendrán que lidiar en el Giro con Simon, que llega con sangre en el ojo, pues el año pasado tocó el cielo, pero terminó en el infierno. Se puso de líder en la jornada del Etna, la que ganó el colombiano Esteban Chaves, en un 1-2 sensacional para el Mitchelton.

Simon Yates se puso el overol rosado ese día, se impuso en tres jornadas más: Campo Imperatore, Osimo y Sappada, en un nivel exuberante que hacía pensar que tenía sentenciada la competencia, pero no fue así.

A tres días del final, sus fuerzas no lo acompañaron. Perdió la rueda, se vio atrás del lote, no pudo seguirle el paso a sus rivales que vieron extrañados cómo se quedaba sin ninguna causa, y terminó de 21 en la general y a 1 hora, 15 minutos y 11 segundos del campeón, Chris Froome.

Meses después fue a la Vuelta a España y se quedó con el título, en una especie de revancha después del tema Giro.

Al lado de sus técnicos, analizó los recorridos del Giro y Tour del 2019 y se decidió por volver a Italia, allí donde tiene la intención de ponerse la camiseta rosada y no quitársela hasta el final.

Adam, por su parte, irá al Tour, una competencia en la que fue 50 en el 2015; cuarto, un año después (mejor joven), y 29, el año pasado. Vuelve a la prueba con la intención de luchar por el título y allí se encontrará con Nairo Quintana, que ya lo sufrió en ese 2016, cuando el boyacense fue tercero en la general.

Simon y Adam nacieron en Bury, al norte de Mánchester. Simon es el mayor, por cinco minutos, y un aficionado al fútbol. Fue abonado del Manchester United y aún sufre por los colores del equipo. Admira a José Muourinho, de quien dice: “Me gustan los tipos con carisma, como él”.

Cuando los hermanos Yates arrancaron en el ciclismo, llevados por su padre, John, lo hicieron por caminos diferentes. Simon fue a la pista en Inglaterra. Hizo parte de la Academia Británica de Ciclismo. El mayor de los Yates fue campeón del mundo junior de la prueba Americana, en el 2010, y de la de puntos, en el 2013. Adam no fue seleccionado y se fue a un equipo de ruta aficionado francés, el CC. Etupes, y allí se hizo escalador.

Les faltó el título

En el 2013, corriendo el Tour de l’Avenir, el que les ganó el español Rubén Fernández. Adam fue segundo en la general, Simon terminó en la décima casilla y se impuso en dos etapas. Esa actuación les valió para recibir varias ofertas, entre ellas, una del Sky, pero después de analizarlo bien decidieron firmar con la escuadra que hoy lleva el nombre de Mitchelton-Scott, al considerar que tenían más opciones de ser líderes: no se equivocaron.

“Este parece el lugar adecuado para nosotros. Conocer la forma en que el equipo ha desarrollado a los otros jóvenes australianos era una parte importante de nuestra decisión. Además, vamos a correr juntos”, señaló Simon esa vez.

Ciclísticamente, Adam es mucho más agresivo en la montaña que su hermano, y la contrarreloj, aunque ha mejorado, no es su especialidad.

Simon, en cambio, es mucho más completo y al reloj ha metido varios sustos, tanto, que le ha representado estar cerca de ganar el Giro y obtuvo el giro Ibérico.

El hermano mayor es más tímido, prudente en carretera y en los entrenamientos es estricto y disciplinado. Adam tiene en cuenta las sensaciones.

Es difícil distinguirlos, gran problema que ya solucionó su equipo, pues cuando ambos diputan la misma competencia las bicicletas se pintan distintas. La de Simon es blanca en la parte derecha y negra en la izquierda, y la de Adam se maquilla al contrario.

Otra diferencia es que Simon casi siempre se pone cordones verdes en sus zapatillas y cuando Adam escoge para lucir las gafas negras, él utiliza las verdes.

Otras personas dicen que Simon siempre se afeita para las carreras y que su hermano no, pero a veces no es así. Lo claro es que el menor tiene una cicatriz en la barbilla, por eso rara vez se pasa la máquina de afeitar.

El gran parecido que tienen ha sido tema para burlas. En el Giro del año pasado, el holandés Tom Dumoulin advirtió: “Adam podría reemplazar a Simon por la noche y ni me daría cuenta”.

Y en la Vuelta a España del 2018, el español Enric Mas, que le peleaba el título a Simon, señaló: “Como son gemelos se cambian el número. Así se turnan al frente de la clasificación general”.

En el 2016, Simon Yates tuvo un problema: dio positivo por Terbutalina, sustancia que utilizaba debido a su problema de asma.

No fue fácil. Su equipo no reportó que la estaba consumiendo en el parte médico que acompaña al examen. Tiempo después recibió cuatro meses de suspensión porque se comprobó que su dopaje no fue con intención.

Simon y Adam se quieren comer al mundo. Entraron en su etapa de madurez y van por el Giro y el Tour.

El menor, con mejores resultados

Este año, con los objetivos propuestos desde finales del 2018, Simon y Adam Yates han avanzado en su preparación, pero el menor de los hermanos ha tenido mejores resultados. Adam ganó una etapa en la Vuelta a la Comunidad Valenciana y terminó en la octava casilla de la general.

Después, fue quinto en la Vuelta a Andalucía. Perdió por un segundo la Tirreno-Adriático con el esloveno, Primoz Roglic, el último día, en un final muy cerrado. También fue segundo en la Vuelta a Cataluña, por 14 segundos lo derrotó Miguel Ángel López, y ganó la etapa reina. Ayer, terminaba su participación en la Vuelta al país Vasco.

Simon ganó una jornada en la Vuelta a Andalucía y fue 41 en la general. Ganó la crono individual en París-Niza, pero se metió en un abanico y perdió la opción de luchar por la general. En Cataluña terminó de 13.

eltiempo.com